miércoles, diciembre 14, 2005

20 años



Cada minuto que transcurre de mi vida es un incentivo o energía superior que me permite continuar este camino con la esperanza del porvenir, en la felicidad plena. El viento que acompaña los cambios de mi conducta, es el mismo que me alimenta del aire necesario para reflexionar y respirar las esencias de las cosas.

El tiempo no determina la madurez, sino que simplemente recoge las experiencias vividas con el objeto de encasillarlas en los armarios de la memoria humana. Puedo mirara hacia atrás y contemplar la ruta de la calle solitaria, la cual está llena de piedras que simbolizan los obstáculos que tuve que soslayar para llegar donde estoy ahora; avancé lento, pero seguro; lloré, grité, reí y soñé y lo disfruté. El sonido de la naturaleza es música para mis oídos, sin el, no hubiese podido sentir al mundo por el lado bello. Los astros no justificarán mi destino, pues yo mismo lo edificaré con sacrificios asumidos. Se prende la luz de mi conciencia que alberga a mi ego encadenado, por el peso de la historia; trataré de liberarme reuniendo fuerzas con el fin de atreverme a creer en mí, como el héroe de mi existencia que rompe con la historia.

Los otros me observan y tienen expectativas de mí, pero ellos no saben que yo también tengo expectativas de ellos. Por consiguiente, no me queda otra cosa que utilizar la empatía para comprender al resto; de la misma forma que ellos asumen que soy distinto y que no cambiaré. Sólo de esta manera podré aceptar la compañía, y así poder sepultar la soledad.

miércoles, noviembre 23, 2005

Constante transición


Para que la roca se convierta en tierra, deben pasar siglos de cambios en la materia. Y estas modificaciones que trae consigo la evolución, no hay que atribuírselas a ningún ser superior. El hombre, con su conciencia puesta en el entorno, construye percepciones efímeras de la realidad a su modo. Así como el viento trae siempre aires renovados, los organismos vivos siempre transforman lo que está a su lado. Si la vida termina cuando empieza la muerte es porque el ciclo planetario tiene principio y fin. Volver a existir sólo es posible de forma corpórea, no espiritual. Volver no significa retornar, sino permanecer en lo natural. Transcurren los sonidos que azotan los oídos sordos. El mundo se muestra como es mientras los ojos así lo vean. Las fragancias de las cosas tienen su propio olfato. Lo que se toca con ahínco son casi siempre creaciones humanas. Los sentidos no engañan al sujeto que observa. La verdad es una convención social. Entender el mundo como una vorágine de permanentes cambios, significa asumir que las ideas no son inmortales. Lo obsoleto tiene cara de sabia tradición. Lo novato se pone la máscara del amoldamiento. La abstracción es un intento subjetivo de darle sentido a la experiencia. Volver sobre lo mismo o reflexionar, siempre ayuda a revalidar los propios preceptos. Como decía Schopenhauer: “El albedrío es la realidad externa inalcanzable”. El asumir que sólo yo existo es un idealismo subjetivo, que se pone de manifiesto cuando llevo el escepticismo al extremo. En un abrir y cerrar de ojos o por arte de magia, uno cree de repente en Dios. Y valora la doctrina religiosa con todos sus designios que garanticen una idónea transición al más allá después de la muerte. En estos casos, la fe tiene un carácter utilitarista en el sentido de que se cree en Dios en los últimos días de vida para salvarse; siendo que nunca fue así. Si el cambio lo vemos hasta en nosotros mismos, cómo no vislumbrarlo en cada átomo perteneciente a este planeta-y por qué no decirlo-al universo entero. Una y otra vez cae la lluvia en invierno. Una y otra vez tropiezo con las minas piedras y cometo los mismos errores. Porque dentro de la personalidad, el temperamento del individuo siempre es el mismo; lo que cambia con el devenir de los años es sólo su carácter. Si uno es infiel de joven lo será siempre, por mucho que trate de cambiar. Lo mismo ocurre para una persona que es solitaria. En desmedro de lo anterior, el título que lleva por nombre esta carilla filosófica, alude cambio permanente que se da en la realidad y es cambio se manifiesta en todo lo que existe a los ojos del hombre. Querer hacer perpetuar algo es una utopía. Es cierto que ciertas obras de grandes pensadores tienen un carácter universal y aplicable en todas las épocas de la historia. Pero también es cierto que las valoraciones que los hombres le den a dichas obras variarán en el tiempo; de ahí el carácter efímero de toda verdad. Si me aboco al tema de la reencarnación propiamente tal, tendría que decir que el alma no existe, porque el cuerpo y espíritu forman un todo único. Por ende, destruyo ese dualismo o dicotomía del cuerpo versus alma. Y creo que después de la muerte no hay vida ni paraíso posible. Pero a decir verdad, la incertidumbre sigue habitando en la mente humana por no haber una respuesta válida a la pregunta ¿Por qué piensa el hombre? Unos dirán porque tiene cerebro, pero el resto de los animales también lo tienen, y sin embrago, no tienen la capacidad de razonar como los humanos. Los idealistas dirán que el hombre piensa porque tiene alma, y aunque así fuese, el sujeto estaría preso en su propio cuerpo, y por tanto lo que pensaría sería siempre en perspectiva. Sólo los más aptos sobrevivirán a las profundas alteraciones que sufrirá el mundo en las próximas décadas con el advenimiento de un nuevo orden basado en la tecnocracia. La constante transición será… la realidad.

lunes, octubre 31, 2005

Huelo a Metafìsica


Relajada y bloqueada está mi conciencia, o más bien se encuentra embobada por motivos de colapso ansioso-mental. Ello debido a que estoy incorporado a una modalidad de labor agotante y acelerada, que no deja espacio ni para la meditación ni para una revisión interna que arroje un reflejo de lo que siento en un momento dado. Casi a ritmo seriado de máquinas repito los rígidos procedimientos con el fin de elaborar un producto, sin darme cuenta que, al hacerlo, me voy también transformando en un producto o elemento más del sistema que cumple una función determinada. ¿Me estaré deshumanizando? o, a dicho de otra forma, ¿La indiferencia se apoderó de mí? La respuesta la sabe quien maneja la estructura. Yo sólo percibo que la gente se ve sometida a este tipo de trabajo estresante y cae en este juego competitivo; sin ninguna capacidad de reacción y, si la tiene, es mínima, porque le importa subsistir. Lo que mueve al mundo en estos tiempos es, lamentablemente, el condenado dinero. Y no sólo el dinero-plata o billetes, también existe el dinero plástico… para alienar a las personas, convirtiéndolas en consumidores empedernidos sin importar las consecuencias de encalillarse en deudas. Muchas veces, se deja a los hijos en casa, y se les priva del afectuoso cariño mutuo. Los padres no juegan con los niños o disfrutan con ellos la naturaleza, por ir a comprar al mall. Para ellos es más importante adquirir cosas que querer al resto; la gente se olvida que lo esencial es invisible a los ojos, y que la vida se va volando. Sucede que solamente distingo una pizca de lo que me ocurre, pero no sé cómo pararlo, menos enfrentarlo, porque igual estoy inserto en esta sociedad. No soy anarquista ni nada por el estilo, pero una y otra vez me apesta ver cómo los individuos pierden su valioso tiempo en rivalizar unos con otros por tener más poder y no disfrutan la vida fraternalmente. Es cierto que la única forma de dar sustento para una familia de clase media y baja, es trabajando. Además, el trabajo dignifica al hombre y a la mujer ya que luchan por lo que no tienen, pero también es cierto que si lo hicieran porque les gustara o porque tuvieran vocación para algo, y no sólo hacerlo por necesidad, sería doblemente gratificante. La globalización es la escoria de la identidad. La gente está desorientada, sólo hace lo que se le pide. La tecnología absorbe el cerebro, y la gente no piensa por si misma. Indefenso es un moderno sin una computadora que soluciona casi todos sus problemas. Cada vez uno va dependiendo más de las cosas, y disminuyendo su capacidad de valerse por sí mismo. De lento y provechoso, no queda nada más que los animales y el medio ambiente, el resto es una transformación odorífica que el hombre hizo de su entrono, corrompiéndolo. Todo lo que, a la postre, lo llevará a su autodestrucción. No soy el apocalíptico crítico-fatalista que ve en el ideario filosófico actual del postmodernismo, la irracionalidad absurda de las cosas, pero me asusta pensar que nadie se da cuenta que, a uno, lo están manipulando en cada instante que pasa. Moldear la conducta individual y masiva está de moda. Quienes tienen el poder pueden emplear los medios de comunicación para persuadir a las personas a que piensen, sienten y actúen de la manera que ellos quieran, satisfaciendo sus intereses utilitaristas. En su estado monótono de la circunstancia, le gente queda vulnerable a que se les venda cualquier cosa. No es raro ver en un pobre, que en su vivienda de madera básica, pueda perfectamente tener un televisor; pero no el alimento suficiente para comer él y su familia. Son esas cosas las que enardecen mi mente. No debería pasarme rollos, y adherir a la lógica que me da este modelo. Cada loco con su tema y se acaba la lesera….Sin embargo, la solidaridad no me abandona. No pienso nada, sólo sobrevivo…aún soy capaz de oler la real metafísica.

viernes, octubre 28, 2005

La señorita es la TV


Cada vez que prendo el control remoto y me dispongo hacer “zapping” por los diferentes canales de la televisión abierta, me percato de la abundancia de programas, cuya única función, es entretener a las personas a expensas de la vida ajena de otros. Sería absurdo denominar “democracia del control remoto” al hecho de poder cambiar de canales cuando se me antoje. Y esto lo planteo no porque crea que la TV no pueda tener una diversidad donde se emitan mensajes audiovisuales que simbolicen diferentes temas, a lo que hago alusión con esto, es más bien al motivo que me alienta a sintonizar otra señal. Y esa motivación no es otra cosa que nadar en un lago que contiene la misma agua. La pluralidad de los contenidos televisivos se reducen a entregar más de lo mismo sobre una agenda de temas distintos, pero tratados de forma símil en los respectivos canales. Lo anterior contribuye a la estigmatización y la creación de estereotipos que moldean la conducta de las personas que ven TV. Las mujeres quieren mejorar su apariencia física para amoldarse al ideal de belleza femenina impuesta por la TV. La publicidad ya ni siquiera subliminalmente, sino que de forma directa, convence a la gente mediante condicionamiento operante. Los niños son más interactivos, pero más agresivos gracias a la TV. No es un dato nuevo que la tele es el medio de comunicación masiva que impacta de forma más profunda en la sociedad, porque transmite noticias en vivo a la distancia. Lo curioso del asunto es que las personas cada vez van dependiendo más de ellas no sólo para informarse, entretenerse o culturizarse, sino que también muchas veces la TV reemplaza la compañía real de personas. Ver televisión es, para algunos, más importante que compartir con otro. No sé si Internet es un medio de comunicación en sí, puesto que nadie lo controla, pero lo que sí estoy seguro es que, por el momento, la televisión todavía tiene la hegemonía sobre el resto de los medios. Por tanto, quienes controlan la TV, tienen un poder sobre la sociedad. La TV es el medio más mediático que existe. El supuesto “Cuarto poder” que poseen los medios, se reduce al que tiene la televisión por sí sola, y es un hecho que los gobiernos de turno de cualquier país que desean controlar a la gente, lo hacen a través de este medio. Si ya no es extraño ver el descomunal exhibicionismo que manifiestan los actores, animadores, bailarines, cantantes, humoristas, modelos o incluso el mismo público que asiste a dichos programas ¿Cómo va a ser extraño que la farándula sea el foco de atención principal que da la televisión, convirtiéndolo en un producto para el consumo de las masas?. Los involucrados en la labor televisiva se defienden argumentando que ellos sólo emiten lo que la gente quiere ver o lo que les interesa y, a su vez, el público receptor se queja del bajo nivel de formación que presenta la TV en su parrilla programática. La interrogante que surge al respecto es ¿Quién controla a quien? ¿Acaso es la TV y los medios en general quienes recogen el interés masivo y crean un producto de consumo audiovisual? o ¿Más bien son las personas que de forma pasiva absorben los mensajes audiovisuales impuestos por la TV y el resto de los medios? Son preguntas complejas difíciles de responder. Puesto que el fenómeno de la comunicación de masas es un círculo vicioso difícil de romper. Se retroalimenta así mismo dentro de al aldea global donde el surgimiento de hipertextos crean redes, tan laberínticas como confusas, que difícilmente uno las pude acotar teóricamente sin caer en prejuicios o redundancias. A medida que la población se acrecienta, las tecnologías de la comunicación también lo hacen. El medio ya no sólo es el masaje ni una extensión de alguna facultad humana como decía Mcluhan, sino que ahora: “la señorita masa” se forma con “la dama TV”.

jueves, octubre 27, 2005

Chile: "El jaguar de Latinoamérica"



¿Próximo al desarrollo o todavía país de contradicciones?

.El crecimiento y la estabilidad macroeconómica de Chile durante el año, parece ser un punto de atracción a la inversión extranjera. Sin embargo, dentro del Conosur seguimos siendo uno de los países con más pobreza y desigualdad social. Entonces ¿La torta del beneficio económico se lo reparten algunos, o existen dos Chiles paralelos?

Los medios de comunicación masiva nos transmiten mensajes alentadores de la realidad chilena, sobretodo en el ámbito económico. Frases como “Chile, el país con mayor crecimiento y mayor estabilidad en la región” se repiten cada día en la prensa oficial con el objeto de darnos a entender un supuesto bienestar socioeconómico. Sin embargo, sabemos que el privilegio es de sólo algunas personas, y que la brecha entre el más rico y pobre se acrecienta en la medida que vamos adoptando de forma penetrante el sistema neoliberal. Al hacer tratados de libre comercio con EE.UU., la UE y la proyección que se tiene con el APEC, lo que se hace es validar una especie de colonización encubierta por parte de potencias mundiales a nuestro país, para que exploten nuestros recursos naturales, introduzcan su cultura, su idioma, se enriquezcan y luego nos dejen sin pan ni pedazo; y el dinero que dejan queda en manos de los grandes empresarios.

Se supone que así y todo, Chile debería estar mejor internamente de lo que aparenta al mundo. La delincuencia, la educación, la salud, la cesantía etc. siguen siendo las grandes falencias de este sistema. He ahí la contradicción de la política Chilena.

Se me podrá refutar y decir que las relaciones internacionales también tienen sus aspectos positivos y que los beneficios serán al largo plazo. Por Ejemplo, algunos piensan que los inversionistas extranjeros crearán nuevos empleos, que habrá mas exportaciones, más crecimiento económico, los aranceles bajaran y las personas podrán comprar productos de calidad más baratos. Además, se nos dirá que somos el puente de Sudamérica para países desarrollados en la incorporación de nuevas tecnologías…En fin, pero aunque todo lo anterior se diera, seguiría existiendo una movilidad social nula, los ricos más ricos, la clase media explotada y nuestro país seguiría dependiendo de las grandes potencias mundiales en todo los sentidos.

Pero a mi entender, lo que más pierde el país con esta clase de políticas, a fin de cuentas, es su identidad, su cultura y folclore. Tomar conciencia de aquello no significa hacer destrozos públicos, sino que la idea es dejar de ser pasivos para convertirnos en seres críticos y reaccionarios intelectualmente, y así poder pensar que otro Chile es posible…y un único Chile no dos ni tres… uno solo con su propia identidad, sin contradicciones sociales e igualitario. Se me acusará de utópico y de que la globalización es inevitable. Es verdad, tampoco podemos encerrarnos como burbuja, pero tampoco dejarnos explotar. La idea es comercializar para nuestro interés y no el extranjero, aunque suene cliché “la riqueza de los chilenos esta en su gente y no en el dinero traído por el gringo”. De nosotros depende poner en práctica una verdadera democracia para, algún día, llegar a construir un país desarrollado.

miércoles, octubre 26, 2005

Construcción de lo existente


El mundo es un caos indescifrable que cada ser humano debe sortear y así sobrevivir en la penumbra interna, con desolación desesperada en la angustia que provoca el avance a pasos cortos; casi de un día para otro. Cada mañana me reinvento, no soy el mismo… siempre cambio porque entorno lo hace primero… a una velocidad similar a que se demora, por ejemplo, un bus de La Serena a Santiago (6 horas aprox.). Y me tomo un café con nostalgia e imagino el antaño privilegio de ver el día con ojos rurales, sin la contaminación acústico-atmosférica que la bendita urbanidad trae consigo. Miro por la ventana del vehículo y observo la supercarretera y al lado las medias aguas; contradicción digna de un país en casi vías de desarrollo. El ombligo del mundo nos pertenece, pero siempre seremos más bien el puente de los grandes países que entran a Sudamérica a través de nuestros vastos puertos. Reposo bajo un sueño turbador en el asiento incómodo del bus semi-cama…y me veo corriendo como atleta en celos por el asfalto de una avenida junto al mar. De improvisto se incorpora un deseo profundo de correr sobre el agua marina, mientras el pensamiento se va con el viento de cuya brisa-al parecer no logro captar- me provoca un escalofrío digno de un vuelo adicto. Feliz contemplo mi sueño que me revela caminando deprisa por las aguas…cuando bruscamente el bus pega una chantada. Despierto en un volcamiento no sólo explícito del vehículo, sino que también de lo que mi mente observa, no sé si lo que veo sigue siendo una fantasía o si realmente la conciencia es la que percibe el accidente. Quizás construyo la realidad como se acomode mejor a mi existencia; aunque no creo porque igual tengo el brazo derecho herido y sangrando. Además me doy cuenta que hay un niño lesionado en el asiento trasero que pide ayuda. Me dispongo auxiliarlo. Por suerte el bus no se llenó y sólo había quince pasajeros. A pesar de ello, veo a varias personas lastimadas- y me incluyo- por la coalición, que se debió al cruzamiento de un auto en sentido contrario que chocó frontalmente con el bus a 80 Km/h. Eso fue lo que, supuestamente, ocasionó el accidente, según lo que logro percatar de la conversación que sostiene el chofer ileso del bus con un policía que ya llegó al lugar de los hechos. Han pasado más de treinta minutos después del choque… y sigo como alucinado mientras veo a un paramédico curándome la herida del brazo. Lo raro es que no siento ningún dolor. Y en el instante en que se me acerca un policía para pedir mis datos, aparece tras él un periodista que lo primero que me pregunta es que si yo me encuentro bien alo que le respondo que si, pero que esto no parece real. El periodista me insta a que yo le cuente con mis palabras lo que sucedió, y empiezo a decirle o más bien contarle mi sueño donde corría por la playa… y él me miró con extrañeza esperando que yo le diera algún indicio de lo ocurrido en el accidente, y en tanto seguía narrando el sueño… él se empezaba impacientar hasta que por fin terminé de narrarlo. Le dije que desperté en un bus volcado y con un niño de 12 años, pidiendo ayuda… y que hasta ahí me acordaba, hasta el momento en que el medico empezó a curar mi herida. El periodista vacila y cree que a lo mejor por el estado de shock, yo hablo incoherencias… y está apunto de irse a entrevistar al chofer, cuando lo detengo y le empiezo a decir que por favor incluya y publique en su nota de diario el sueño mío porque a lo mejor ya estoy muerto y que yo le hablé así moribundo y sin fuerzas. No obstante hace caso omiso de mi sugerencia, me da una palmadita en el hombro y me dice que “ya vas a estar bien”…Luego me deja solo en la ambulancia reflexionando… al otro día en la portada salió de titular el accidente… y mi sueño no… aparecí sólo nombrado al final de la nota como paranoico…Pienso que el periodista tergiversó la noticia, porque mi sueño era una acontecimiento para mí, no el accidente…El construyó una realidad no compatible a mi mente, y expuso en el medio una realidad que yo, como protagonista del hecho, no viví…si me hubiera escuchado mejor, tal vez mis antecedentes hubiesen aportado más matices a la crónica…pero no, él edificó un evento con una existencia inventada…así son los periodistas…

La paradoja de vivir de una rutina constante


Sin ninguna novedad transcurren los días en la excesiva serenidad del lugar. Las mismas porquerías de siempre, los mismos paisajes desolados, el idéntico sonido natural mezclado con el urbano. Y en cuanto a mí, no cambia ni el brillo de mis ojos al dimensionar hechos asombrosos, que para cualquier mortal resultaría increíble mirar. Ni siquiera mi alma, que no soporta la ociosidad de la costumbre, se inmuta ante sucesos externos. Se derrumba un edificio en las cercanías, mientras que en un recoveco siento ladrar a un perro. La lluvia cae, las lágrimas también, la gotera del lavamanos no cesa; cada momento cargado con sutiles sonidos que, en paralelo, azotan mis oídos como si estuviera en la disco. Lo raro es que estoy solo, y los estímulos fuera de mí, son tan mínimos, que a cualquiera le daría la impresión de estar en el campo. Es esa la monotonía que cohabita en mi apartamento a expensas de lo que percibo cuando vivo con nadie. A lo mejor, el origen del problema se debe a que me causan nausea las fruslerías de la sociedad; no es normal, agorafobia es la enfermedad que padezco. Si a un niño que juega lo hacen llorar, lo corrompen. Si a mí me enseñan costumbres que vayan en contra de mis instintos, también. Por eso el aislamiento es una salida-no muy saludable-que custodia mis deseos que se concretizan en sueños con insomnio. Puesto que hacer lo mismo no me molesta, me apesta. Cuando amanece y me dispongo abrir los ojos para levantarme a realizar tareas para otros, y en ese instante pienso que esto se repetirá todos los días, es entonces cuando vislumbro con nostalgia y horror, la insoportable rutina diaria. Sin embargo, con un corazón partido en dos opuestos senderos pasionales, y a pesar de todo lo anterior; yo, en el fondo, anhelo el amor verdadero de una mujer y la rutina que traería el convivir con ella. Además, quiero viajar por el mundo, conocer otras culturas y otras perspectivas de vida. Todo lo cual, por supuesto, tiene como requisito mínimo la compañía de gente cercana o lejana. Eh ahí mi vulnerable disyuntiva. ¿Es mejor la compañía? Depende de que satisfaga mi alma solitaria. ¿Es mejor la soledad? Sólo cuando me abruman los demás. Lo que tengo claro es que escoja cual escoja siempre conllevarán a una conducta que, tarde o temprano, se convertirán en rutina. No me queda otra que aceptar las circunstancias tal cual como se presenten en su intrínseca naturaleza efímera, sabiendo de antemano la repetición de las mismas. Gira, todo gira, vuelve al punto de partida; es una condición inherente a la existencia humana. Encontrar el valor del camino semejante, el hábito memorable, el exótico carisma otoñal sobre el acomodado colchón; es una tarea para nada fácil. Adaptarme al medio ambiente y viceversa, tal y como espera la sociedad de mí, implica una actitud optimista y filantrópica hacia cada apoteósica acción del hombre que progresa en un desarrollo espiritual deteriorado, incluso fragmentado. Respiro un aire contaminado no sólo por la polución, sino también por olores frecuentes que desprenden los ejecutivos que deambulan en la ciudad. Yo me muevo entre la naturaleza maquinizada y la ciudad con áreas verdes, aunque reconozco que mi entorno no repercute en cómo me comporto. La idea que subyace en estas palabras alude a la importancia de lo que te exige vivir el tiempo a una rapidez e instantaneidad que cubre suspiros lentos y profundos. Es dinámica, irrepetible y modificadora esta realidad que alterna con quimeras mías. Enfatizo el porvenir como procesal de caprichos ansiosos, pero perpetuos. Cierro los ojos y caigo dormido en una dimensión desconocida, y me compenetro a la esencia de la voluntad del regreso continuo...el valor de la rutina.

martes, octubre 25, 2005

y el hombre se convirtioò en rata

Me mirè al espejo y descubrì que este no miente. Apareciò un ratòn muy maltratado. Era mi alma achacada por la dependencia mìa sobre lo material. Acaso ¿Experimentan conmigo?...Puede ser, como tambièn no puede ser. Todo es relativo al tamaño de una aguja. El debil existe para justificar al fuerte. En el horòscopo chino, pertenezco al signo rata. Es una inefable coincidencia que me perpetùa al anhelo casual de transmigrar.

filontropos

hola como estas todos?..yo sòlo soy un sujeto que cree en el solipsismo..pero tambièn creo en ustedes