domingo, febrero 17, 2008

La Permanente ilusión

La esperanza no se corrompe, se pierde. En estos días los sueños sí tienen precio. Como ya dejé de soñar despierto, no tengo fe, aún así, en mi interior está intacto el palacio de la imaginación escurridiza. Miento: fe tengo, pero está dormida; necesito una motivación extrasensorial para activarla en un 100%. Quiero visualizar mi futuro. Comprender qué quiero de la vida; de mi vida. Querer, es poder tener lo que uno desea. Si el secreto de la vida es la ley de atracción, tengo que, en consecuencia, saber aplicarla en mi vida para ser feliz. Es una ley simple y a la vez compleja: se trata de desear con todo el corazón algo de verdad, con sentimientos, imaginarlo y poseerlo con la mente, y aquello tan anhelado, será completamente tuyo. Uno puede desear cualquier cosa, no hay límites para el universo infinito. Las grandes mentes lo sabían, por eso transcendieron sus vidas y se convirtieron en personajes históricos. Un genio que no conoce el secreto, no puede ser llamado así. Quiero vivir en mi propia ciudad de la luna. Crear mi paraíso terrenal. Nada está escrito. No creo en la predestinación. Creo en la “autodestinación”. El hombre es arquitecto de su propio futuro. La visión, en ocasiones, opaca la misión, pero la ayuda a concretarla. Si el caballo galopa lento es porque tú lo quieres así…La veleidad se ufana por morlacos de carne y hueso. Ruinas por doquier. Y la vida sigue su curso… La juventud no desfallece por nimiedades. Algo permanece inalterable. Somos eternos porque somos energía y ésta nunca muere ni desfallece. Poseemos motivaciones asumidas por una obligación alicaída, pero que igual estremece las reglas resplandecientes de la existencia social. Y aunque la inspiración es efímera, ayúdate a ti mismo y haz que tu creación sea permanente. Así como el perfumista deseaba capturar la esencia final para poseerla siempre, del mismo modo uno debe hallar un sueño que considere fundamental en su vida para hacerlo realidad, deseándolo para atraerlo a tu vida, y esté llegará a ti para quedarse y hacerte feliz. La ilusión proviene de la inspiración. Luego la inspiración es una ilusión: paralogismo anónimo. El hombre es un soñador. Los sueños nunca mueren. Yo siempre sueño. Luego mis sueños no desaparecen porque soy hombre: silogismo espiritual. Una invalidez mental asecha al que vulnera sus propios pensamientos. Por más que queramos olvidar el recuerdo no se altera. Y el pasado ya fue, pero es una prolongación del futuro retomado dentro de uno mismo. Vive el presente y proyéctate en el futuro. No desees el alzahimer como desearías morir. Suprime esas emociones negativas, vive en el positivismo pleno. Los cambios son externos. Adentro la conciencia se enraíza en la profundidad del ser. El alma es nuestro espejo inquebrantable. Las canciones que trasladan las emociones convertidas en imágenes hermosísimas, revelan memorias con un dulce sabor de infancia. El niño se inquieta constantemente: hiperactividad reluciente; pero se enfoca en algo concreto, sueña con eso, y muchas veces lo obtiene porque cree férreamente en eso. He ahí la belleza de ser niño. Que no se pierda la ilusión, trasfórmala en perramente; y perramente será tu felicidad…