viernes, agosto 20, 2010

Decálogo de un facista


Para nadie es sorpresa: la derecha lo tiene todo. Tiene todos los poderes fácticos. Las universidades, la Iglesia, los medios de comunicación. ¡Ah!, le faltaba el poder Ejecutivo. ¡Pero si ya lo tiene! Quienes lo manejan siguen pautas de comportamiento de corte fascista-muy estructuradas- sintetizadas en el siguiente decálogo (Parafraseando la columna: Decálogo de un comunista chileno, del columnista de El Mercurio, Gonzálo Rojas).


Honrarás el capitalismo como la Iglesia a Dios. Sobretodo, si tu bolsillo está lleno.

Amarás a la patria y la familia como a ti mismo. Tendrás muchos hijos. La homosexualidad es para ti una enfermedad.

Te considerarás de raza superior, por eso discriminarás a los inmigrantes. Sobretodo, de pueblos indígenas.

Guardarás las apariencias: eres un ser respetable. Ni siquiera respetas la economía verde que tanto cuchicheas.

Manipularás con cinismo, la responsabilidad social (Te importará en la medida que aumente tu capital político, cívico y financiero). En este sentido, los empresarios son tu mejor aliado.

Tú disciplina moral te impedirá ser solidario: avalarás el individualismo por sobre el bien común. Defenderás la globalización al punto de perder tu propia identidad. Obtendrás MBEs y doctorados.

Abogarás por el establishment, el orden y la seguridad social. Si es necesario legitimarás organismos de inteligencia como la DINA, CNI, ANI, etc., restringiendo derechos fundamentales, manipulando los medios de comunicación, amparándote en ganarle la “batalla a la delincuencia” o en hacer “la guerra contra el terrorismo”.

No tendrá límites tu ambición. Anhelarás el poder. Te harás rico a costa de la miseria de muchos. En el fondo, sabes que la pobreza mantiene el sistema; lo hace rentable. Es conveniente el endeudamiento. Los intereses son de unos pocos. La desigualdad es la materia prima de los poderosos. Bien lo saben quienes han hecho del ideal pinochetista, hitleriano o franquista, su arma de lucha.

Admirarás el imperialismo estadounidense. Sabes que su presidente es sólo una marioneta de quienes realmente están detrás del poder. Serás un tecnócrata efectista: no cabe la reflexión, sólo el pragmatismo. Eres un dato, un número. Tu libertad económica te hace libre, pero las deudas te someten. Eres un animal mecánico.

No tendrás ideario. Tu hedonismo te corromperá. Ya no sueñas; vives. Eres lo que puedes llegar a ser, según sea mayor o menor la cantidad de ceros en tu cuenta corriente. Hasta el amor tiene precio en tu vida. Si no eres útil, no sirves. Si no es útil, no te sirve. Ni siquiera esta columna. Así que no la releas.