domingo, octubre 29, 2017

El ocaso del tiempo



Por Gabriel Angulo González

Llega lo inevitable. Una hoja se cae y el ruido del silencio cobra sentido. Se cierran ojos y se abren caminos. Son etéreos y dispersos; telarañas de laberintos que empujan al asilo -si se quiere- eterno. Si no se quiere, es una compleja red de sensores que no detectan nada.

Cuando el fuego se apaga, la luz interior se enciende. La chispa interna reside en la colina de su cúspide. Nada pasa. Todo pasa. El rasguño valiente de niños traviesos. La neurosis carcomida en vidas llenas de plagio. Originalidad igual a cero. No hay pergaminos en el desierto, ni tesoros escondidos en océanos. Queda sólo respirar. Cuando ves que no hay pasado ni futuro valoras más la existencia. Simple suena, pero complejo a la vez. Tiembla el suelo su vibración condenatoria. Intranquila naturaleza que, con justicia divina, devuelve al hombre sus malos tratos.

La memoria es tan frágil que con los años recicla. Comprime cual disco duro bosquejos de escenas vividas, y archivadas en registros visuales, sonoros, y de otros sentidos. Se recupera en parte; las neuronas son efímeras. Se enferma la conciencia contaminada de materialismo exacerbado y ambiciones perversas. Bien sabe el hombre que sus actos, en cuanto kármicos, tienen efectos. Ley de causalidad gobernada en mentes casi instintivas. Inteligencia subyugada del ego engañoso. Cuerpo no eres. Ser si eres. Mientras no te condenes, descubre la otrora espada del silencio.

¿Quién soy?, ¿Qué es Dios?, ¿Para qué existo?, ¿Cuál es el sentido de la vida?, ¿Qué hechos de la realidad noticiosa afectan mi vivir cotidiano? Preguntas con respuestas ambiguas. Me consuelo respondiendo, ¿Qué pasa después de la muerte? Ni que fuera adivino. Soy el mago de mi inocencia, el humorista de sortilegios irónicos. Ni la política tiene sentido cuando el poder ha corrompido al ser humano a niveles inhumanos. Hoy, se come más carne que legumbres siendo que, nutritivamente, por ejemplo, las lentejas aportan más proteínas. Pero se prefiere matar animales que subsistir con la proteína de soja. En el futuro, así como vamos, sólo existirá la carne sintética, es decir, artificial y manipulada genéticamente, como un transgénico más...si es que ya no lo es.

⇤⇤⇤⇤⇤⇤⇥⇥⇥⇥Cuarta edad ⇤⇤⇥⇥⇥⇥⇥⇥




El tiempo te lleva, pero no hay edad en el alma. El agua me la comí congelada. Tenía hambre de sed. El hielo fue mi respuesta. Me sacié cuando ya mi tiempo era. Sin remordimientos mis venas arden por sangre pura. De pura purificadora y enaltecedora cortina. Llega el natalicio de mi muerte, el funeral de mi nacimiento. Vuelve el retorno retornante de la salida oprimida. No sufro si no hago nada. La quietud gobierna el espíritu; los de afuera desconocen lo que de adentro aflora como canción modo mantra. La mañana trae menos que la tarde. La situación es tal por cuanto no hay razones para amar. Soledad acompañada de fantasmas.

Mientras miraba el cielo, desde mi ventana bajó el avatar de mi conciencia, y recitó:


Deja en tu altar cenizas de amor.
No rehuyas de ti, que eso eres y serás.
No definas lo que otros dicen.
Despertarás cobijado en luz.
El ocaso no tiene fin.

El silbido del Más Allá te llama.
La madrugada de tu alcoba soterrada.
Sigues esquivando el destino.
El azar no existe a ojos divinos.

Alucinas con paz sin guerra.
Aléjate de cercanías fulgurantes.
Nadie ladra lo que no conoce.
Amanecerás en sueños sempiternos.
Prohibido talar conciencias tenues.

El silbido del Más Allá te llama.
La madrugada de tu alcoba soterrada.
Sigues esquivando el destino.
El azar no existe a ojos divinos.

Hasta cuándo marchitas el tiempo.
No aburras lo único sin pena.
Desapega el fierro del dolor.
Sobre madera desata nudos sin ira.
La gravedad es el peso silencioso.

El silbido del Más Allá te llama.
La madrugada de tu alcoba soterrada.
Sigues esquivando el destino.
El azar no existe a ojos divinos.

➳➳➳➳La edad de Cristo⤂⤂⤂⤂⤂

Estoy viviendo una vida pasajera. Ya no sueño consciente como antes. Soy una entidad más atrapada en mis propias ilusiones de escenas sin sentido. El mesías tampoco tiene edad. Vino con mensaje del que vino es agua y la serpiente lo tentó. El Buda es un meditador, cuya reflexión escapa al entendimiento terrenal. El tranvía del amor. No hay amor más leal que dar la vida, pero por el verdadero amigo. Prueba de fuego que congela al inepto y convierte al incrédulo. El escriba no tenía miramientos futuros. Se conformaba con archivar cúmulos de conocimientos, que se transmitieron con más velocidad con la invención de la imprenta.

La naturaleza de la luz es la misma que la del espacio. El ser cromático es blanco, porque contiene todos los colores. Y escucha el silencio, porque oye todos los sonidos del universo. Ubicuidad de un ser supremo, que todo lo oye y todo lo ve. Nada se escapa si no pasa por él. El crea que creó algo es simplemente un instrumento de él. Está en todas partes y en ninguna. Omnipresencia catalogada de sublime.

Vivir tan poco es crucificarte en vida. Ya murieron a los 27 años de edad Kurt Cobain, Jim Morrison, Janis Joplin, Jimi Hendrix, entre otros rockeros. Se mataron o la droga los mató. Como dice Marilyn Manson en su canción Coma White: "una droga puede hacerte mejor de lo que eres, cambiarte el nombre, que te haga otra persona, pero ninguna droga del mundo podrá salvarte de ti mismo". Algo que genios no entendieron. Otros sí, aunque fueron unos cobardes valientes al haber cortado el hilo de su vida.




No escapo porque vivo. El hastío mata el tiempo. Reinventarse cada día es la consigna. Como que uno, a veces, siente que está muerto como para morir. Sea como fuere, los pasos siguen. El corazón en tanto lata, me avisa que debo pedir hora. Hora para mi turno. Cuando golpeen la puerta del ataúd espero salir y escapar. El cielo está lleno de milagros. Y es genial sentir que sigo en la montaña. Sin ataduras. La necesidad de otro se acalla con dinero. Sin dinero es feliz el pobre, pero de espíritu, porque con recursos vive fantasías. El paradero final es más alto que la cumbre más alta.

Cómodo en la recámara, sé despertar el despertar verdadero. La playera tiene nombre. El verano de mi otoño, la primavera de mi invierno. Soñé que estaban en el cielo esos ovnis. Lo salvadores perdidos. Los humanos del espacio. Al final del día, una dimensión nos espera en...el ocaso del tiempo.