martes, marzo 20, 2012

El interés de la pareja

Tenía la tarjeta con más de un millón de pesos en cupo. Así que contento, sigiloso, se arrancó a la tienda más cercana. De terno y corbata -claro, para guardar las apariencias- de sobreendeudado arribista. Entró, compró el nootbook, el plasma y el Iphone. Todo era para su mujer. Intuía que el amor lo compraría con cosas, en compensación porque la naturaleza no lo dotó mucho. Hasta que llego a su meta. Tocó la puerta y ella espléndida con 25 años recién cumplidos, pero frustrada porque no estudia  ni trabaja, le abrió. Buscó en este pobre hombre el salto para satisfacer su arribismo. Antes de entrar le dijo: "Espera amor". Ella sorprendida respondió: "¿Qué pasa?". Y una camioneta afuera de su casa cargaba un plasma, muebles y otras cosas adquiridas por él. Al observar cómo descargan las cosas, ella dijo: "Un momento, quiero hablar contigo a solas, Lucas". "Estoy contenta por las cosas que compraste, pero ¿Cómo te las pago?", le dice a su pololo. "En módicas cuotas amor", responde. Ella replica: "¿Y si en la cama no me sirves?".  Y el irónico: "Anda a reclamar al Sernac de parejas, yo cumplí con mi parte material".