jueves, marzo 30, 2006

La compañía solitaria













A escondidas veo a la gente que transita de un lado para otro, sin rumbo fijo. Unos vienen otros van, que más da. Al final todo cae por su propio peso. Entre más personas tengo alrededor mío, más solo me siento. Nunca acompañado me sentí tan solo. Estoy con otros, pero es como si estuviera con nadie. Soy yo y mis pensamientos. Nadie se entromete en aquellas divagaciones mías, que en ocasiones distorsionan mi brújula. Siempre salgo fuera de mí. Afuera no veo a nadie. Ensimismado giro como cojo inquieto. Los otros al no comprenderme, me convencen que hablo en otro dialecto, otro idioma o quizás sólo me dan a entender que no pertenezco a su mundo. Por tanto, construyo mi propio planeta de ilusiones por doquier. Cada semilla la da la hoja que cae con el viento veraniego; cada melodía que mis insípidos oídos pueden captar es un regalo vulnerable. Todo eso forma parte de mi sistema de las quimeras. Lugar donde moran los sueños de insomnio. No se trata del maldito juego de las drogas, ni del sometimiento a la urbanidad de la selva de cemento. Se trata de quién controla a quien ¿La droga maneja a quien la consume o viceversa? La adicción se manifiesta cuando un sujeto no tiene la voluntad, o más bien pierde la voluntad de dejar de consumir drogas. Y en estos casos, quien gana la batalla es la droga que se apodera del alma débil y sucestible de una persona incapaz de valerse por sí misma, y ve en las drogas una forma de evasión; y así escapa un poco de la monotonía que puede habitar en su realidad. Entonces, la moraleja es clara: todo en exceso hace mal. Es posible probar algunos estupefacientes para experimentar nuevas sensaciones, pero sin abusar ni consumir con frecuencia, porque malas conductas repetidas se convierten en patrones psicológicos negativos. Tal vez una vez al año, o mejor aún, una vez y nunca más, dependiendo de la pureza (impureza) de la droga introducida al organismo. Pero si existiera conciencia por parte de los drogadictos de saber cuando parar y dejar de consumir, a lo mejor en un futuro no muy lejano se legalizarían todas las drogas. Mientras tanto, los incrédulos seguirán conformándose con manipular de forma clandestina, la bendita droga; que hace que un sujeto crea que cada vez se siente más y más solo, estando con otros…la compañía solitaria.

Fotos de Chiloè

























viernes, marzo 17, 2006

Viaje a Chiloé















(1)En esta bella casa chilota ubicada en la parte de Dalcahue, disfruté de mis vacaciones veraniegas junto a mi amigo Claudio.
(2)Allí estoy inmerso en el bosque nativo del parque nacional "Cucao" de Chiloe, siguiendo el sendero laberíntico.















(3)Mientras iba mochileando desde Chacao hasta Ancud, me detuve un instante en la carretera para sacarme esta foto posera.
(4)Este es el famoso Lago Cucao que pertenece al parque nacional de Chiloé.