domingo, mayo 24, 2015

Cosmos celestial.


Gota de lágrima transpirada por acciones suculentas. ¡Despierta! ¡Despierta! Aquí estoy. Vivo en el ahora. Mi ahora es presente. Ayer pasó aquello que antes pensaba en futuro. Mirar. Nadar en nubes. Sí, es verdad. Hay ese mar de nubes, de músicos penquistas. No dejen pensar. Más acción y menos palabras. Allá afuera. Calor y frío. Rondan los roedores. Soy el escurridizo del calendario chino. El unicornio somnoliento de canciones paganas. Cuando chico es grande el anhelo. Cuando grande; pequeño. Altavoz sin voz. Ronca el animal. Aún no despierta. Bajo el árbol. Esa fuente. La más nítida de todas. Pasar del nihilismo, al creacionismo. Mira si es grande el destino y esta mente es chica; era mi conciencia. Toxina mental. Se fue y llegó el calendario otoñal. Canción acá. Visitas allá. Y el polvo seré del que fui y nací. Retorno al cobijo celestial. Negro, oscuro y grandioso es el universo. Es infinito en su infinitud. Sacude por dentro y por fuera. El átomo de mi piel es el mismo del anillo de saturno, pues no hay diferencia. Todo está hecho del mismo cosmos celestial. Tomar conciencia de aquello te hace ser un ser más vivo. Por ende, más inteligente. Allá ellos los materialistas, acá y aquí los que transmigran su ser y enfocan en su ecuanimidad para alcanzar su vacuidad. Estoy y existo. No mato el tiempo, dado que no existe. Dios no ve la puesta de sol. El socarrón añadió cordura al flagelo drogadicto. Adicto de mis palabras y libre de mis demencias. Alma transparentada. Cubículo descubierto. Despierto soy. 



El pequeño buda que quiso ser héroe de su existencia. Solo en soledad. Mejor que acompañado en soledad. Nunca con alguien me sentí así de solipsista. Soy artista. Un mago de lo absurdo. Me digo lo que luego contradigo. Payaso arrugado. Pelado por los años. Añicos hice, las ternuras vacías. Sin luz son sólo ilusión, dice el de Los Tres. Socialista no soy. Rey pobre. Cabalgata de amarguras. Destruido. Se derrumbó el cielo, se llovió el agua. Dispersidad hiperventilada. Cajonera abierta. Capricho comprimido. No logré repartir los dones entregados. Soy porque estoy. Nada más. Las ilusiones dejaron de creer en mi. Fe en lo de uno. Lo de afuera, se queda ahí. Niños llorando. Piden amamantarse. Apego total. Aprendí a ser aprendiz de todo y maestro de nada. La incertidumbre compartida por la no resistencia. Llega a tocar mi puerta lo atraído por la mente imaginaria. Polos tan invertidos, que no son sino lo mismo. Pez quieto. Ojos de gato, Reproches de oídos ruinosos. El asfalto es apestoso. El smog se burla de los pulmones, Ya viene, esa fuerza. Tu sangre fluye. Me quiero porque me ultra quiero. Sabandija de cinco años. Alma dispuesta. Morir no hoy. Vivir si hoy. No hay salida, laberinto de humanos son destino. Distancias irrelevantes. Luz vi. Esa que se prende en tu mente. Es la luz del universo. Paz interior se siente. Es una brisa de amor. Duermo con un ojo abierto para estar alerta de que sigo respirando. Sensación holostrófica me llena de sed. Si el desapego significa "sin sed", entonces sereno es "sin hambre". No hay necesidad, sólo conciencia pura.