domingo, agosto 09, 2015

Chicharito Angulo...




"Tírate una `chela`", me dicen. Hago caso. Tres de la mañana. Frío nocturno luego de lluvia copiosa. Afuera inundación. ¿Y en mi mente? También se ahogaron los pensamientos... y en el pantalón el `meao`pide salir afuera. Le hago caso y voy al escusado. La chela, claro, te da ganas de hacer `pipi`. Hablar de cosas íntimas en la moda. La hipocresía del chileno. Villa Francia, Villa México, Villa Portales. `!Qué query, Que query, que le haga!`Es barato el ron de quinientos. Vino en bolsa. Su manquehuito. En la Copec, a veces protestan. Soy el open-english, brígido. La sonrisa ancha, la calle mojada. Buena onda se respira. Humo. Hay feria, gimnasio y locomoción. Y me gustaron las papas fritas de sal de mar. Más sanas. Soy un yanky disfrazado de chileno. Un anglo-chilean que le gusta hacer trekking. Sí. Trekking. Bueno, ando `ene`, en bici. Tenis, a veces juego. Tenía que ser el Angulo del Jumbo. Chico, Chicharito. Viejo y pobre.  No soy `pa na` marqketero. No soy cosquilloso. Miento. Me visto `humirde`. Soy `Paabre`. "Me voy a la capilla", dice el "Chuña", un personaje curadito ya clásico de Youtube, así como lo es el mexicano del "Fuaaa".

"Cambia Amar Azul", me piden. Les hago caso un rato, pero un rato solamente. No quiero hablar flaite, pero igual hablo. `Igual pascual`. Tengo la pura cara de zombie. Tiene sueño uno de los contertulios. Sus lentes le pesan. Los ojos ven lo que quieren ver. La ventana, así por ser, está abierta. Llego volando. "Mira una luz", les digo y no me creen. Yo veo un cometa desde el balcón que no tengo. Me inspiro con cumbias. Las chiquillas están entretenidas. Las de San Carlos de Apoquindo son todas rubias, de verdad. No gritan "Sacheii". Gritan "Vamos cruzados". Vuelta y vuelta.

"Me gusta el olor a estuche y a mochila nuevo", hablan en mi carrete las mujeres. Son temas profundos como cuando escucho en la `tele`, que la novia del Mago Valdivia se compró otros cien pares de zapatos. Son dos mujeres con aromas aromáticos, muy buenos. Le gustan las terapias alternativas. Se ríen. Y ríen. No lloran, pa`na`. Viene a divertirse. Salirse de la rutina. "Yo hice hamburguesas de lentejas y como me quedaba mucha masa hice una tortilla. Mi madre la probó y pensó que era de carne", dice una amiga que cuenta sus dotes culinarios. Y sí, hablamos de culo, soy de apellido Angulo. Como ninguno. Con alergias, pero no tan raras como Hulk. Los Cuatro Fantásticos no la he visto. Tampoco Intensamente. Soy el superhéroe de mi propia existencia. Soy un animal hambriento y sediento. Aunque con el desapego tengo cada vez menos sed.

Aquí estoy con otros animales interactuando. De noche fumando y tomando. Como si el alcohol, la nicotina y la marihuana por sí sola te prendieran los pensamiento y la lucidez. Eso ocurre porque sobrios estamos inconcientes. Debemos tener una actitud más conciente. Para ser pequeños budas tenemos que despertar. Y sí, ya adelgacé. Soy el flaco con `guata`. Piscola entre cabezona y suave. 4:00 am y todo transcurre normal. Ya no llueve. Las nubes se escaparon. Al baño a cada rato. Hablamos. Habemus carrete. Habemus ambiente. Se murió el "Mamo" Contreras. Soy el presidente de mi país. de mi espacio loco de mi departamento.

Acá mando yo, pero gobiernan ellos. ¿Quiénes? Mis amigos. Ellos, los ` piolas`. Ellos, los contertulios. Ellos, los rockeros. Ellos, los cineastas. Ellos, los traductores. Ya no hay tránsito. Tengo tránsito lento. Ventanas rotas, vientos fuertes. Oleaje de ironías. Escuchando a Oasis, Nirvana, Los Tres, Los Bunkers y otros. En el living compartimos y nos reímos de las estupideces que comento. "Te tienes que ir a trabajar", me recuerdan. Trabajo para vivir, Es el costo de la independencia.

sábado, julio 04, 2015

Y ahora sí, la historia nos favoreció...


Hasta que nos tocó ver la bonita. Por fin, tras muchos años somos campeones. Pasaron décadas y, en realidad, más de un siglo. Pero la historia es para romperse. Adiós a los triunfos morales. los "casi, casi", "los terceros lugares", o "los segundos lugares". Ante Argentina jugamos como nunca y ganamos por vez primera. Una copa, como cualquier otra a nivel de selección, tan esquiva. La Copa América. Ahora hay que celebrar. Chile, el país, el pueblo, su gente se lo merece.

Las catástrofes nos remecen, la corrupción en la política, las desigualdades sociales, las manifestaciones, la crisis en la educación y salud. Los problemas de la nación. Nada importó cuando todas las clases y todo un pueblo se unió y se tiñó de un solo color: la Roja. Todo se olvida y toda la energía de las personas se centraron en que un grupo de 23 chilenos dieran la vida por levantar la copa. Cumplieron su cometido. Chile necesitaba ese desahogo. Llorar de felicidad. La fe sí movió montañas para que David le ganara a Goliat.

Lo más meritorio de todo, es que por fin ya superamos la filosofía del triunfalismo cuando se gana nada y el derrotismo cuando perdemos. El amateurismo también lo superamos. Somos profesionales, ganamos al mejor equipo del mundo con humildad y esfuerzo. Nadie le regaló nada la selección chilena. Creyeron. Se creyeron el cuento, pero no sólo lo creían. Lo demostraban cada jornada de la Copa en la cancha. Y dijeron, este grupo de jóvenes, que era la mejor generación de jugadores de la historia. Y eso lo ratificaron en la cancha. Es decir, Chile ganó a la historia, se superó a sí mismo, y a su rival histórico. Ese al que nunca le había ganado y le ganó.



La vida tiene sorpresas. Revanchas. Si con Brasil siempre perdíamos, al igual que con la Argentina. Había que doblarle la mano al destino en casa. Manejaron la presión de ser local los jugadores chilenos, y la transformaron en motivación. Y se las mandó Farkas con regalar las 40 mil banderas que flamearon en todo el Nacional, e hicieron ver pequeños a los trasandinos agradados. Ellos pecaron de soberbia. Les digo en la cara: !Decíme qué se siente..argentino cagón!

Lo más meritorio de todo, es que terminó la frustración. Se acabó. Ganamos. Nos sacamos las ganas. Y ahora celebramos como nunca en Plaza Italia y en La Moneda. Este triunfo hace creer a las nuevas generaciones, que somos capaces de ganarle al mejor y a cualquiera, si se cree en ello, se trabaja con esfuerzo, estrategia, táctica, concentración y entrega en la cancha. La unión hizo la fuerza como equipo y también destacaron las individualidades; esas que juegan en los mejores equipos del mundo. El ingrediente de garra también nos sirvió. Los menores, los niños, pueden creer. Y sabrán que se puede ganar. A partir de ahora, Chile podrá seguir ganando. ¡Viva Chile mierda!

domingo, mayo 24, 2015

Cosmos celestial.


Gota de lágrima transpirada por acciones suculentas. ¡Despierta! ¡Despierta! Aquí estoy. Vivo en el ahora. Mi ahora es presente. Ayer pasó aquello que antes pensaba en futuro. Mirar. Nadar en nubes. Sí, es verdad. Hay ese mar de nubes, de músicos penquistas. No dejen pensar. Más acción y menos palabras. Allá afuera. Calor y frío. Rondan los roedores. Soy el escurridizo del calendario chino. El unicornio somnoliento de canciones paganas. Cuando chico es grande el anhelo. Cuando grande; pequeño. Altavoz sin voz. Ronca el animal. Aún no despierta. Bajo el árbol. Esa fuente. La más nítida de todas. Pasar del nihilismo, al creacionismo. Mira si es grande el destino y esta mente es chica; era mi conciencia. Toxina mental. Se fue y llegó el calendario otoñal. Canción acá. Visitas allá. Y el polvo seré del que fui y nací. Retorno al cobijo celestial. Negro, oscuro y grandioso es el universo. Es infinito en su infinitud. Sacude por dentro y por fuera. El átomo de mi piel es el mismo del anillo de saturno, pues no hay diferencia. Todo está hecho del mismo cosmos celestial. Tomar conciencia de aquello te hace ser un ser más vivo. Por ende, más inteligente. Allá ellos los materialistas, acá y aquí los que transmigran su ser y enfocan en su ecuanimidad para alcanzar su vacuidad. Estoy y existo. No mato el tiempo, dado que no existe. Dios no ve la puesta de sol. El socarrón añadió cordura al flagelo drogadicto. Adicto de mis palabras y libre de mis demencias. Alma transparentada. Cubículo descubierto. Despierto soy. 



El pequeño buda que quiso ser héroe de su existencia. Solo en soledad. Mejor que acompañado en soledad. Nunca con alguien me sentí así de solipsista. Soy artista. Un mago de lo absurdo. Me digo lo que luego contradigo. Payaso arrugado. Pelado por los años. Añicos hice, las ternuras vacías. Sin luz son sólo ilusión, dice el de Los Tres. Socialista no soy. Rey pobre. Cabalgata de amarguras. Destruido. Se derrumbó el cielo, se llovió el agua. Dispersidad hiperventilada. Cajonera abierta. Capricho comprimido. No logré repartir los dones entregados. Soy porque estoy. Nada más. Las ilusiones dejaron de creer en mi. Fe en lo de uno. Lo de afuera, se queda ahí. Niños llorando. Piden amamantarse. Apego total. Aprendí a ser aprendiz de todo y maestro de nada. La incertidumbre compartida por la no resistencia. Llega a tocar mi puerta lo atraído por la mente imaginaria. Polos tan invertidos, que no son sino lo mismo. Pez quieto. Ojos de gato, Reproches de oídos ruinosos. El asfalto es apestoso. El smog se burla de los pulmones, Ya viene, esa fuerza. Tu sangre fluye. Me quiero porque me ultra quiero. Sabandija de cinco años. Alma dispuesta. Morir no hoy. Vivir si hoy. No hay salida, laberinto de humanos son destino. Distancias irrelevantes. Luz vi. Esa que se prende en tu mente. Es la luz del universo. Paz interior se siente. Es una brisa de amor. Duermo con un ojo abierto para estar alerta de que sigo respirando. Sensación holostrófica me llena de sed. Si el desapego significa "sin sed", entonces sereno es "sin hambre". No hay necesidad, sólo conciencia pura.

miércoles, febrero 04, 2015

La rutina del pedaleo



Pedalea que pedalea sin casco y evade el tráfico. Llega temprano a su labor. Antes que cuando va en micro. Verano sofocante. Garganta reseca. Sed de hambre. "¿Hacia dónde te diriges, ciclista?", pregunta un hombre que limpia vidrios a los autos en esquina de la avenida principal. No escucha a nadie, sólo su música. Ni ahí con ciclovías; es la calle su sendero. Rutina sana. Piernas fuertes. Rápido anda. "Cómprate un auto", le han dicho más de alguna vez. Feliz, dice que no se bajará de la bicicleta hasta jubilarse. Su ex novia lo dejó por eso. 

viernes, enero 16, 2015

No conducir



Rabia en sus venas. Transpira sudor y resignación. Un reflejo del hastío rutinario; su rostro. "Abre la puerta po`´agilao`", escucha a diario. Los pasajeros lo agotan. Cuando falla el Metro, el estrés se triplica. Los genios se enardecen, se empujan, se contaminan. Los barristas rompen los vidrios de la micro y la desmantelan. Quisiera arrancar, dedicarse a otra cosa. Pero si él no maneja, ¿Quién lo hará? No aguanta más. Una tarde cualquiera detiene el transporte, se baja y se va. Tras de sí, escucha los reclamos de gente tanto o más apestada que él. Decide no conducir más.



sábado, enero 03, 2015

Mendigando atención


Día nublado, contaminado. Asfalto bajo los pies. Su vida: una fotografía en blanco y negro. Los colores ya no existen. Sentado en desamparo y suciedad. Observa a la gente, pasando en pleno centro. No lo perciben. "Quiero una moneda", repite como mantra. Convive con sonidos de pasos, bocinas y murmullos. Una cajita de cartón acoge lo obtenido. Se compra un pan con jamón, y un vino tinto para el frío. Trascurre la jornada, hasta que ya no da más. Se duerme ahí mismo. Su vida: un espejo de lo no vivido. La urbanidad gris espera mañana la misma rutina.