lunes, marzo 25, 2019

La luz de tu sonrisa


-Verte reír es el mejor regalo. Tu sonrisa ilumina la vida. Me dice que prendo la alegría de tu corazón y eso llena de regocijo el espíritu. Tu rostro espléndido domina mi ser: el reflejo de tu belleza habita en mí, desde que estamos juntos. Ir de la mano contigo, siendo la compañera de mi vida, es un privilegio que valoro desde el fondo de mi corazón, y se expresa en todo mi ser. 

Por Gabriel Angulo González

En un mundo caótico, que viene y va, buscamos una alegría que nazca del corazón y que permanezca estable. Una libertad soñada en almas felices. Cuando el estrés domina y la paciencia se tranca, las preocupaciones agobian y la inquietud gana la guerra. Sin embargo, cuando comprendes que el amor es la fuerza universal que mueve todo, y lo sientes, comienzas a experimentar con tu pareja este sentimiento complementario, de a dos, que aleja toda tiniebla y oscuridad. Ya no hay temores ni rencores.

La autoestima se eleva. Te amas a ti mismo, a tu pareja, a Dios, a las demás personas y a la naturaleza. Estás en equilibrio con el entorno, una ecuanimidad sublime que te lleva al destino feliz de consagración eterna. Y si Dios entra en tu vida, tanto más goce y paz interior gobierna en tu existencia. Alegría, alegría. Amor y paz. Cuando despiertas tu conciencia percibes mejor el lado bello del planeta que habitamos. Eres tú con el entorno, y con tu compañera de la vida recorres vivencias de la mano para el apoyo mutuo del compromiso sempiterno. Ese, que no se rompe con nada, cual candado celestial que el Altísimo colocó en nuestro destino.

Pero si algo resalta en ti es tu mirada única. Tu sonrisa luminosa que enciende la vida y deja contento hasta tu ángel guardián. Habiendo millones de sonrisas en el mundo, la tuya es la única que me enamora. Es decir, cuando veo tu esencia sonreír, amo tu humanidad, tus valores y tu forma de ver la vida, y eso llena el corazón y el alma. Y lo bueno de todo, que es recíproco, pues amas en mí también todo eso, lo cual acrecienta más y más este sentimiento mutuo.

Rostro jovial

Vislumbras por doquier el comodín de tu delicada ternura, entre pasiones y humores, despiertas tu sonrisa. Transmite alegría, belleza pura y dulce ternura.

Nada perturba la imagen divina de tu sonrisa plena, que contenta el espíritu y motiva hasta al más incrédulo.

Me inspiras una pasión y jovialidad que no tiene precio. Por lo mismo, valoro cada instante contigo, lo cual es una bendición para ambos.

El viento sopla a mi favor a tu lado, las nubes dibujan las caricias que te regalo y toda nubosidad se desvanece como transición automática. Cielo despejado cuando te miro, calor amoroso cuando te percibo.

Eres la fuente de mi energía, la motivación de mi vida, el norte de mi brújula. No hay desamparo, solo senderos de fe que se abren paso para dar lugar el reencuentro interno de paz, amor y felicidad.










 

Nuestra complicidad

Alegras el espíritu con tu mirada y sonrisa.
En tu bello rostro iluminas la vida y mi existencia.
Siento la luz de tu sonrisa en mí, y me llena de felicidad.
Nada más calmo que tu mirada y tu compañía delicada. Compartir contigo es vivir a concho la vida.
Un goce del alma pleno que me dice cuánto te quiero, cuyo límite parece no tener.

Así a tu lado, cada cosa en mí tiene sentido y siento que ilumino tu vida también de la misma manera.
Somos dos almas, cuyo lazo afectivo de amor conforma una rica complicidad que deseamos eterna.
Nos extrañamos cuando no nos vemos y cuando estamos juntos cada segundo es intenso y nos alegra la vida.

Es bello caminar de la mano contigo, el sol es más soleado, el viento sopla más fuerte y florecen más las flores. Aprecio mejor el entorno y mi sensibilidad creativa emana como aves que encontraron su nicho, como luciérnagas que iluminan nuestro jardín amoroso. Aportamos cada uno lo suyo para que esta bella relación siga floreciendo y madurando para que el tiempo no tenga un tiempo y estemos siempre juntos, mi vida.


Me encanta despertar en ti esa felicidad, ese bienestar, siendo el ángel de tu alegría, el mago de tus bellos sentimientos y el fuego que enciende tu pasión. Eres la dosis inagotable de mi esperanza. Mi fe que se acrecienta con nuestra complicidad amorosa. Seguirá creciendo este lago que luego será un mar divino de amor, entre los dos, mi corazón. //GA.




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