Un desafío para los países actuales
Hoy en día, en el marco contingente de las sociedades globalizadas, han surgido nuevas dificultades que debe afrontar el hombre contemporáneo. Son falencias, carencias o desastres naturales que afectan a miles de personas y seres vivos alrededor de todo el mundo, y que tienen repercusiones negativas en el medio ambiente en los cuales se desenvuelven. Éstas tienen un origen natural y antrópico; sin embargo, los problemas causados por el hombre son los más graves, debido a que provocan un impacto ambiental de grandes magnitudes, tales como el calentamiento global, el efecto invernadero, la desertificación, la deforestación, la contaminación acústica, lumínica y atmosférica; sólo por nombrar algunos a modo de ejemplo.
Si a lo anterior le agregamos las problemáticas sociales que trae consigo el proceso de la globalización, como puede ser la excesiva explosión demográfica, las enfermedades que se han convertido en pandemias, la pobreza, el analfabetismo o la desigual distribución de los recursos; nos percatamos del panorama desalentador que podrían vislumbrar las nuevas generaciones si la situación continúa tal como está. En este sentido, sería utópico decir que en la actualidad se da a perpetuidad lo que se conoce como desarrollo sustentable, vale decir, la complementación armónica de tres aspectos fundamentales para la estabilidad de las naciones: Crecimiento económico, equidad social y preocupación por el medio ambiente. Esto porque las actividades indiscriminadas del ser humano impiden que se den las condiciones adecuadas para sostenerlo en el tiempo. Tal vez en algunos países como Canadá o Australia, se comienza apreciar este desarrollo, pero aún falta demasiado para que el hombre cambie de mentalidad, evolucione y tenga conciencia de las problemáticas con las que vive y así las supere: un reto para todos los Estados del mundo…
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