martes, septiembre 02, 2014

La nublada desdicha de lo paranormal

Mi planeta está contigo....

Luces disipadas por piedad.
Amargadas luces de pasión apocadas por sed insaciable.
Planicies con plataformas de monos colgantes. Nada teme el afán roedor de carismas entre mares.
La fatua cordura abismal prende las cenizas de caricias sempiternas.
Lodos cochinos con suciedades superfluas.
Ya nada huele a ti.
Todo huele a nada.
Opuestos opulentos.

Banda sonora de la conciencia carcomida con insomnios oprobiosos.
La cumbre de la cima es el sin fin del centro terrestre.
La madera está más sólida. El suelo también.
Lloran canciones viejas de amores rotos.
Rutinas perdidas, sonidos enfermos, neuronas caídas.
Creo mi día imaginando cielos sin ocasos.
Vibración mental sosegada; animadversión constipada.

Yo el reflejo de mis propios miedos. Flor muerta. Penumbra candente. Aprendí a ver con mi ojo interior. Veo luz, paz, amor. No me queda otra que agradecer al altísimo cuando me conecto con mi yo interior. Cuando estoy apunto de desdoblarme me despierto, pero ya lograré conseguir llegar a la conciencia plena.
Hacia dónde voy, de dónde vengo, para qué existo. Son episodios de cuestionamientos somnolientos.  Duele la cabeza, cuando la mente trabaja el doble. Llegar a obtener una inteligencia superior conlleva a a renacer tu lenguaje visual y corporal.

Mariposas.
Gusanos.
Mariposas.
Gusanos.
Vuelve.
Va.
Se fue.
Volvió.
La circularidad se inventa en esta palabra nueva.
Las aldeas se estrechan.
La ansiedad es la burla de la calma.
Como un cuenco llegas.
Te vas.
No estás.
Las tardes hechizas ganaron la batalla. 

Veo lo que no se ve con frecuencia. Veo mi mundo interior. Complejo, mezclado. Veo una luz. Siento un calor. Cálido, que llena de felicidad el alma y reconforta el cuerpo cansado. Es una divinidad que te hace agradecer la vida. Vez las células, los átomos, las partículas que forman parte de tu ser y del universo. Eres tú con el todo, en una simbiosis, plena y aguda. Calor, colores, silencios. Niveles Alpha, Gamma, Beta, y Delta. Equilibrio los chakras. Vibra la frecuencia de mi mente consciente a nivel subconsciente. Dormir en un sueño despierto. Soñar en un mundo interior, estando alerta. Canciones, emociones, imágenes del pasado, del presente -y por qué no- del futuro. Visualizo lo que deseo en el futuro. Se cumple. Fe, ánimo y aliento. Mientras late el corazón estoy vivo.




La profecía autocumplida apunta poder crearnos y creernos a nosotros mismos. Nos autosugestionamos para convencernos de que podemos lograr lo que nos proponemos. Nos convencemos de que si nos mentalizamos en conseguir una meta, y actuamos en consecuencia con ello, lo obtenemos. Visualizamos, creemos y tenemos. Hay que repetir -casi como mantra-lo que deseamos hasta obtenerlo, cambiando nuestra forma de cómo se conectan nuestras neuronas. El lóbulo frontal del cerebro se puede activar con meditación y concentración contemplativa y así activamos este poder mental que nos hace más inteligentes, más amoroso y más conscientes de la realidad.



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