viernes, noviembre 06, 2009

Las voces del tiempo


Afirmo la vida. La siento. La soporto. Nada es tan oscuro ni nada tan claro. Ya me cansé de cansarme. Quiero actuar, pero el pensamiento nunca desaparece. El sentido se pierde cuando lo externo se quiebra. No existen los demonios que nublan el buen juicio. Al final somos imaginación pura. Con imágenes creamos lo que seremos. Pero hay cosas que escapan al ser. La temporalidad se afana de la realidad. Todo ocurrió. Ya nada importa. Queda el presente. El pasado y el futuro son evocaciones. La memoria arma identidad, pero la delimita. Me llaman las voces del pasado. No las escucho. Disimulo ver lejos, cuando lo cerca se aleja. No hay forma de petrificar las caricias. A veces, deseamos que los cariños sean eternos. Un beso dura lo que un suspiro de ave ejerce. La naturalidad aplasta la cordura. Somos animales después de todo. Nos vestimos como humanidad, pero olemos como animal. Apesta la sociedad. El sistema es sempiterno. Estoy dentro de él, porque escribo en él. De nada me sirve ser un nihilista del Más Allá. Un brujo decía, que la magia consiste en transmutar las propiedades de un elemento a otro para formar algo nuevo o que no existía. El poder radica en neutralizar esas energías y poseerlas a nuestro albedrío para con ellas conformar el entorno deseado. Pura teoría. La práctica supera la idea. Cuando una buena idea logra tener dominio es porque la voluntad de un creador la concreta inspirado en la suerte. La diferencias siempre existirán. Ojala seamos todos iguales, anhelaba el socialista. Que gane el más fuerte, replicaba un capitalista. Y tienen sueño mis sueños. Quiero escapar de mi cuerpo. Las necesidades básicas estorban la lucidez de lo grandioso. La maldita estética consumista hace que vendas tu alma al diablo por una figura idónea. Mejor comer rico que evacuar pobre. No hay abismos sólo salidas. El amor es eterno. El sufrimiento está muerto. Se ahogó con las lágrimas de la nostalgia. Hace rato que la soledad es mi mejor compañía. Publico por publicar. Ser periodista es hablar sobre los otros. Pierdes parte de tu propia vida. Alimentas a los medios con asuntos que le pasan a las personas de poder, deporte y farándula. Prefiero reportear mi propia conciencia. Palabras que pasan a la historia. Se pierde el hilo conductor. Cruza la vereda. Conquista los miedos. Aterriza tu alma. Aflora la dicha de despertar. Retomo lo pactado.

No hay comentarios.: