sábado, marzo 20, 2010

Clic sempiterno


Son eternos los tiempos en que uno se refleja a sí mismo, como cáscara de un fruto podrido ¿Acaso el amanecer prodigioso de la cordura tiene cara de afán? Creo que sí. No importa si lo grande se vuelve pequeño cuando la mente percibe de forma distorcionada. Nadie miente y, a la vez, todos mentimos. Oráculo de sabiondos. Comentarios apasionados. Cada quien con su discurso, cada quien con sus desmanes. Nadie hace las cosas por uno. Ni siquiera cliclear con el mouse... Me muevo por aquí, me muevo por allá y no hay ni un solo animal del cual aferrarme. Carcomo los días, someto el hedonismo a mi malestar interno. No lloro ni pienso, únicamente, me concentro en respirar la sabia de la manzana verde. El árbol ya creció. Ni siquiera dio frutos de canciones nostálgicas. Asumí la derrota de mi victoria. Apagué la luz de mi conciencia, pero, al mismo tiempo, enlacé mi espíritu con el pensamiento universal: conecté mi cable con el cosmos e hice clic en la conciencia divina. Nada es para siempre. Pero lo efímero lo convierto en imperecedero, cuando de lo simple acomplejo lo descalibrado del momento cursi. No añoro las porquerías; las consumo, porque el sistema me tienta. No hay escapatoria. Los diarios hablan de lo que pasó. Como decía el escritor portugues, José Saramago: "Los medios de comunicación se alimentan de conciencia". Por ende, quienes trabajamos en ellos, debemos despojarnos de los subjetivismos negativos que perjudican la calidad informativa. Debemos ser capaces de amasar los datos, procesarlos y transformarlos en información de calidad para los receptores. O sea, si hablamos del terremoto, de "Bombo" Fica o del "Feña" González, debemos aplicar la misms rigurosidad con la que un cirujano opera a su paciente. No hay reglas, pero sí, estilos sobresalientes en el periodismo escrito. Si hay que ser como las ratas, creíbles y además, tener un talento mínimo con la pluma literaria, entonces, el desafío es aún mayor, cuando lo que uno escribe se publica en Internet. Lo audiovisual se conjuga con los textos. Cada elemento forma parte del todo alineado en la superficie del portal web. Cada noticia sobre reconstrucción de Chile, sobre la pobreza, sobre el Mundial de Fútbol, sobre Obama o lo que pasa Japón, abundan por doquier en múltiples plataformas que simultánemente están a disposición de todos los que están conectados a este mundo globalizado. Hablo obviedades, pero que son verdades. Pocos ven más allá de sus ojos; yo soy uno de ellos. La verdad está dentro de uno. Lo externo existe en cuanto lo pensamos. Cuando pensamos algo, le damos vida después. Como constructores de la realidad, cada línea editorial mediática está controlada por la manipulación maliciosa de los dueños. Donde hay competencia, hay envidia. Donde hay envidia, ambición y si no podemos ser coopertativos con el resto, nos convertiremos en esclavos del sistema. Si a los famosos les pasa algo, ahí están algunos medios para hablar de ellos. Mejor dedíquense a relatar historias de interés social....Por eso, cliqueo aquellas páginas que valen la pena, cuyos contenidos te hacen reflexionar sobre lo que está pasando de verdad.

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