"Cambia Amar Azul", me piden. Les hago caso un rato, pero un rato solamente. No quiero hablar flaite, pero igual hablo. `Igual pascual`. Tengo la pura cara de zombie. Tiene sueño uno de los contertulios. Sus lentes le pesan. Los ojos ven lo que quieren ver. La ventana, así por ser, está abierta. Llego volando. "Mira una luz", les digo y no me creen. Yo veo un cometa desde el balcón que no tengo. Me inspiro con cumbias. Las chiquillas están entretenidas. Las de San Carlos de Apoquindo son todas rubias, de verdad. No gritan "Sacheii". Gritan "Vamos cruzados". Vuelta y vuelta.
"Me gusta el olor a estuche y a mochila nuevo", hablan en mi carrete las mujeres. Son temas profundos como cuando escucho en la `tele`, que la novia del Mago Valdivia se compró otros cien pares de zapatos. Son dos mujeres con aromas aromáticos, muy buenos. Le gustan las terapias alternativas. Se ríen. Y ríen. No lloran, pa`na`. Viene a divertirse. Salirse de la rutina. "Yo hice hamburguesas de lentejas y como me quedaba mucha masa hice una tortilla. Mi madre la probó y pensó que era de carne", dice una amiga que cuenta sus dotes culinarios. Y sí, hablamos de culo, soy de apellido Angulo. Como ninguno. Con alergias, pero no tan raras como Hulk. Los Cuatro Fantásticos no la he visto. Tampoco Intensamente. Soy el superhéroe de mi propia existencia. Soy un animal hambriento y sediento. Aunque con el desapego tengo cada vez menos sed.
Aquí estoy con otros animales interactuando. De noche fumando y tomando. Como si el alcohol, la nicotina y la marihuana por sí sola te prendieran los pensamiento y la lucidez. Eso ocurre porque sobrios estamos inconcientes. Debemos tener una actitud más conciente. Para ser pequeños budas tenemos que despertar. Y sí, ya adelgacé. Soy el flaco con `guata`. Piscola entre cabezona y suave. 4:00 am y todo transcurre normal. Ya no llueve. Las nubes se escaparon. Al baño a cada rato. Hablamos. Habemus carrete. Habemus ambiente. Se murió el "Mamo" Contreras. Soy el presidente de mi país. de mi espacio loco de mi departamento.
Acá mando yo, pero gobiernan ellos. ¿Quiénes? Mis amigos. Ellos, los ` piolas`. Ellos, los contertulios. Ellos, los rockeros. Ellos, los cineastas. Ellos, los traductores. Ya no hay tránsito. Tengo tránsito lento. Ventanas rotas, vientos fuertes. Oleaje de ironías. Escuchando a Oasis, Nirvana, Los Tres, Los Bunkers y otros. En el living compartimos y nos reímos de las estupideces que comento. "Te tienes que ir a trabajar", me recuerdan. Trabajo para vivir, Es el costo de la independencia.