lunes, septiembre 16, 2024

Un golpe para una protesta vacía: El ego condiciona



Nada como un vaso de agua fría. Uno se enfría; el pensamiento calienta, ardiente o candente. En realidad, es necesidad no zaceada de expresión mental. Desahogo loco. Más que eso, soledad, disfrazada de ternura. La gata se acerca; pide cariño. Es literal, no metáfora de encuentro furtivo. Viene y va, como caprichosa de caricias suaves, y otras veces perversa. Así, pasan y pasan, los días de lluvia con frío. Tormentas mentales cohabitan con inestabilidad climática. El cielo llora. La molotov suena y la fuerza policial opera. Molesta la lacrimógena; ojos rojos y quemas injustificadas. Claro, es válido conmemorar, pero sin destruir. Ni quemar paraderos ni semáforos ni micros. La protesta vale para conmemorar, no celebrar. El homenaje no es festejo es recuerdo. 

La violencia es la efervescencia social de una desigualdad construida por el sistema injusto, que ha dado progreso a Chile a costa de que muchos tengan menos, pero todo de todo y me baro al yo infinito. Soy la excelencia celestial que llega como arcángel del centro-centro, del imperioso y curioso menosprecio maestro cautivado por olas de mares con rocas del Titanic hundido con temor de Dios, el glaciar de la noche con el héroe del silencio perdido. Soy el campeón de la derrota, el caballero con armadura sublime en la superioridad de la condición humana, el super hombre que llega desde la nobleza a la "people", triunfante como mensajero de alegrías cándidas en el mundo digital. 


La gente no entiende el pesado. La reconciliación es necesaria, no olvidar, pero perdonar, sanar y reconstruir la paz social. La batalla de la delincuencia es social. La presión del día hace que todo surja como gato encerrado. Las cuentas se pagan y el bolsillo se dilata, tanto por amor como por convicción la canción llena la emoción con sortilegios eternos. Entiende que nadie entiende la somnolencia de carencias vacías. La cordura es el remedio para la frágil nostalgia de pasado futurista. El ayer se miraba con desdén hasta que al anochecer, un zorzal se equivocó de sol. La marea llega fuerte y densa, como caracoles de nichos borrachos por nacer. Las siluetas dibujan la cremosa piel errante con láminas de placer y cadencia otorgados. No hay temor cuando los animales juegan en la jungla. El cemento es sólido como la dureza del acero inoxidable, que permanece estático. La roca sabe esperar lo que el árbol sabe morir. El brillo de la mariposa dura siete días. La madrugada del sol es eterna a ojos humanos. Los derechos de unos no trastocan los de otros. 

Reniega al ego. No domina tu ser codependiente. No añores lo que nunca tuviste. La sanación es la cordura de la paciencia y la protesta social no sirve de nada si no hay un cambio individual. El ego, a fin de cuentas, es el peor enemigo de la humanidad. Trasciende la juventud vacía. Llena el espíritu de ca libertad candente, financiera y rockera. Nunca la mente se ha enlazado con la conciencia, salvo para utilizarla. El blog es la mirada particular de un fenómeno subjetivo, la objetividad no es más que un anhelo científico disfrazada de soledad. La canción de la vida no implica retornar a lo ya construido. Toma del vino de la dicha en lugar del trago de la amargura. Las despedidas invitan a la desazón de la atolondrada cadencia. Sé el ser disruptivo por esencia, la esperanza del porvenir con emociones y canciones. 



lunes, abril 22, 2024

Otoño estival: La pesadumbre de un calor refrescante

Las escalofriantes vibraciones del pensamiento actúan desde una frecuencia desequilibrada, pero tienden a restablecer su orden natural, en equilibrio, cuando la consciencia despierta y el ego desaparece. Sé consciente. La mente es la que habla, no tú. No eres el pensamiento, ni nada emocional. Si te conviertes en atracción egoica, eres inconsciente. Sé el conocedor de lo que suceda. 

No te deja dormir aquella preocupación pujante. Aquello que cuando escasea resuena una y otra vez, en la mente inconsciente. Es el dinero la medida de todas las cosas en este mundo excesivamente material. Cuesta encontrarlo. Eso carcome y deprime. Hasta los sueños se desvelan este otoño estival de abril. El sol se nubla con canciones añejas y pasiones retrógradas. 

Las sombras vienen y van. Los pensamientos nadan en la mente identificada con el ego. Ni el silencio se salva. Sé presente. Sé un regalo del ahora, que es lo único que existe. El tiempo es una noción humana del transcurso de los sucesos. Lo eterno habita en ti. No busques afuera, lo que siempre ha estado en ti. El alfa y el omega. El principio y el fin. La partícula de Dios es la esencia en estado puro. Nada le sobra ni nada le falta para ser lo que es. El universo no sabe de dimensiones. "Soy el que soy", le respondió Dios a Moisés cuando le entregó a este la tabla con los los 10 mandamientos. 

Cuento Santiago 100 palabras 2022

Muro social

Hay muros invisibles. Dividen a las personas. En zonas o territorios. La música resuena distinta en oriente a poniente. Y me acerco al encuentro, allá con áreas verdes, sin basura ni grafitis, ni un perro callejero. Acá, bullicios, bengalas, basura, rayados, perros y baches. Dos mundos, una misma ciudad. Luego, desperté sabiendo que no pertenezco a ningún mundo. Sigue igual todo. Traspasar el muro social no sirvió de nada. Llora la agonía solitaria, que reniega su ser; alguien debe reinventarse. El cómo no sé. El para qué, menos. El por qué, tampoco. Solo sé que nada sé y lo que sé, no sirve de nada. Ni lo socrático salva. En su burbuja se queda, el animal enjaulado, y a su monumento flagela la cordura cartesiana. Adiós al hola repentino. Hola al adiós que nunca se va. La espiral eterna del retorno a lo mismo. El polvo se vuelve cenizas de esencia. Formas todas de vida sin vida, de luz sin sombra de partículas que crean materias inertes carente de sentido pulcro. Al final, no somos más que eso, como dice Nirvana. El lamento de bebé adulto queriendo morir joven para despertar en el desierto que no existe. El paraíso se lo llevó el cartero celestial. El apóstol de un ruiseñor con poderes inteligibles.